Me pregunto qué hacemos em diciembre. Trabajamos, tenemos las expectativas de las fiestas, nos ponemos a pensar el lo que hicimos durante el año. Cuanto hemos producido, que metas hicimos, y, si estamos en minusvalía, lo comparamos con nuestro existir. Pobres que somos, en este mundo. Pobres de espíritu, cuando no nos damos cuenta que tenemos todo - dentro nuestro.
Sin S.Klaus, renas ó ranas, ó viajes por el cielo en busca de regalitos de los departament stores. Que le voy a dar ? Que me darán ? Cuanta comida, cuanta bebida, cuanta panza desgobernada y abochornada.
Somos
parte de los condicionamientos de la cultura en que vivimos, y así
estamos, aunque no Seamos eso. Podemos asearnos, con mucha práctica, y
cambiar nuestros hábitos perceptivos.
Podemos inclusive dejar un legado a los futuros nuestros -
hijos, de los hijos, y otros que vendrán, como alternativa más libre de
esta cultura enyesada y\o momificada. Basta de faraones. Egipto se fue
en historia, no lo es más ahorita. Roma menos, y la presunta Grecia que sigue inculcándonos con su imperialismo intelectual institucionalizado – hasta hoy dia, por increíble que parezca. Hay otra cosa?
México mágico me gusta mucho. Hay algún papá Noel Zapoteca? Lo dudo. Ni Azteca. Creo que Quetzalcóatl no le daría lugar en sus misterios, ó
mitos. Creo que usted se deba preguntar si soy un deliberado loco
bloguero que está perdiendo el tiempo. Sí, así lo es. Pero en la
próxima esquina me encuentro con usted, tomaremos un café.